LAS EXPERIENCIAS QUE FORMAN AL ALUMNO
Hace casi tres años de que entré a esta Institución, y mi mentalidad era obtener el certificado de preparatoria, obtener más conocimientos y tener compañeros en los cuales pudiéramos ayudarnos para conseguir este objetivo que está a punto de conseguirse. Sabía que los maestros estaban dispuestos a ayudarnos y a ponernos obstáculos para ser mejores y tener un conocimiento más allá de un libro o un cuaderno, esto sería un conocimiento interno en el cual no se me olvidará y en un futuro lo pueda utilizar.
El primer año es a veces muy difícil empezar a hacer verdaderos amigos, pero lo que sí es cierto es que encuentras personas de cualquier tipo; y como en todo salón nunca falta el gandaya, el chico gracioso, el que no hace nada, el que es muy matado en las cosas que hace, la chica hermosa del salón pero a mi parecer todas lo son. Mis pensamientos de primer año eran hacer las cosas bien y no perder el objetivo de terminar la prepa; no sabía lo que me esperaba del destino allá dentro, simplemente yo iba concentrado y tal vez preparado para lo que viniera después, con el tiempo y algunas amistades ya hechas trabajé regularmente pero sin perder el objetivo; aprendí que una exposición no es siempre pararse al frente y decir un discurso que pueda aburrir al grupo, hay experimentar un poco de todo y yo experimente la actuación en frente de mi salón con tres grandiosos amigos y fuimos aclamados y eso fue realmente fantástico; eso me hizo sentir seguro y ya no temer a estar enfrente de un salón, “experimentar y ser experimentado es así la vida un poco, porque todos tenemos un poco de experiencia”. Mis conocimientos crecieron un poco más gracias a esos maestros que no se dan por vencidos para hacernos la vida difícil, y nos motivan a seguir adelante y nos motivaron a tener la misión de ser mejores cada día.
Segundo año; un año de cambios y proyectos en el salón de clases, pero todos con el mismo objetivo; se integraron unos compañeros de lo que fue 1º 5; y aunque al principio no hacíamos mucha amistad con ellos; el tiempo nos fue uniendo como lo que siempre fuimos “un grupo trabajador”; me encanto un trabajo que nos dejó el profesor Federico sobre un mural donde dependía si trabajábamos todos juntos o se dividía el salón y la decisión salomónica fue dividirnos en dos equipos, pero no por eso dejaríamos de ser el grupo trabajador (aunque corrimos el riesgo de tener una calificación no aprobatoria) cada quien sacó el trabajo como pudo y a mi parecer “fuimos uno de los grupos con los dos murales mas elogiados por los maestros”, y eso me hizo pensar que aun que no estuviéramos juntos en un mismo trabajo siempre haríamos trabajos de buena calidad.
El tercer año; un año donde vamos todo por el todo, a salir de una casa que nos aguanto mucho tiempo (el templo de la sabiduría dicen: los profesores), de una casa que nos vio convivir como amigos y como hermanos, donde se vivió gran parte de nuestras alegrías y donde se escribió una pequeña parte de una gran historia; es en este año donde se demostrará que tanto hemos crecido intelectualmente, y que tanto hemos hecho por nosotros para salir adelante y no quedarnos en la deriva del conocimiento; los profesores nos apoyan y nos dan concejos; creo que uno de mis maestros preferidos es el profesor de física José Luis Martínez Pérez que mas allá de la física y las teorías; nos enseño una
pequeña formula que ni siquiera venia en el temario y para mi es la fórmula más importante que cualquier otra; nos dio: la vida hay que saberla disfrutar a cada momento y a segundo; que hay que ser felices por lo que tenemos, no por lo que no tenemos; eso fue más que nada un consejo de maestro- alumno. eso fue realmente genial y conmovedor, porque ningún maestro me avía dicho algo así, mis metas están más que fijadas, mi objetivo a punto de alcanzarlo y todo gracias a mis amigos; que nunca dejare de querer; a mis amigos que estuvieron en las alegrías y en mis tristezas, con los cuales derramamos experiencias y mucha amistad, y momentos que tal vez no regresen pero que los llevaremos en la memoria, mis amigos mas cercanos son Juan Carlos(mi compadre), Zulay Berenice (comadre, novia de Juan Carlos), Jesús (mi hermanazo del alma), Liliana (mi matadita); y me faltaron mas, pero ahora no solo obtendré mi certificado sino obtuve unos valiosos amigos.
Creo que esto es todo lo que puedo decir sobre mi preparación, la madurez llega cuando uno se propone ser responsable de sus actos, uno llega a dónde quiere llegar y mi meta está a unos cuantos años de lograrse. Yo solo espero que cada quien cumpla sus metas, y que donde quiera que se vallan a encontrar sean los mejores
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